Entradas

Mostrando entradas de julio, 2015

Tirando

Son las cuatro y no puedo dormir, salgo a la calle a pelear por mí […] Pero venga lo que venga, para bien o mal, tirá, tirá para arriba, tirá. Si no ves la salida, no importa, mi amor, no importa. Vos, tirá. Tirá, tirá para arriba, tirá. No hay horas perdidas, no aflojes mi amor, no aflojes. Vos, tirá.
{Que parezca un accidente y terminemos frente a frente}
Lo que no nos reta, no nos excita. Sin excitación no hay chispa. Sin chispa no hay luz.

@carloshopesix sobre vos y yo.

Sin saber muy bien cómo ni por qué, he recaído –una vez más- en esas historias del pasado, esos fantasmas que no te dejan avanzar. Y supongo que debería reforzarme eso que ya sé, eso que ya llevo sabiendo todo este tiempo, y sin embargo, aun me deja intranquila. De pronto ha estallado una burbuja, un pequeño recuerdo que me envolvía dulcemente. Y es que todo no fue mas que un engaño, una broma de mal gusto tal vez. Aun me pregunto qué te hizo perder tu tiempo conmigo y cuál era el motivo de quererme hacer perder el mío también. Pero eso no lo he sabido hasta ahora y, ahora, ¿a quien le digo?, ¿a quien le pido cuentas? Porque tú ya te fuiste, como se van los veranos. Te fuiste como yo me fui, y nunca mas nos encontramos a medio camino. Esta es la historias de  dos amantes que nunca se amaron, o que nunca supieron amarse. […] Hasta siempre y para siempre.
A veces tiro la toalla al piso. Dios la toma y la coloca en mis manos y me dice “no olvides que esta lucha es de los dos”

@carloshopesix

Es como llegar a ese momento absurdo previo a que se acabe todo, la consciencia absoluta de cual es el punto siguiente, el punto final a esa broma infinita que te traes entre manos. Y sin embargo, ambos seguimos manteniendo nuestro papel intacto, bailas en la impostura justo antes de tirar el telón al suelo y prenderlo fuego. Todo es normal aunque ambos sabemos que todo es distinto esta vez y que el futuro ya no es el previsto. Imágenes de una solución más drástica y dramática se me vienen la cabeza, quizás una copa envenenada con tal de no reconocer ante mis ojos que la obra que llevas a cabo no va a acabar donde esperabas. Y entonces cada actor se va por su lado sin ningún rumbo fijo, sin saber siquiera si sus pasos erráticos les conducirán al paraíso o al abismo.
Sujetaba su mano no para demostrar a los demás que era mío sino para que supiese que siempre tendría un lugar al cual regresar.