matelesca

Cuando estoy en esos días en los que ni las palabras me salen pronunciar, me gusta leer a quienes pueden explicar exactamente lo que estoy sintiendo. Como si tuviera una suerte de máquina que tipea lo que estoy pasando y a su vez me lanza las palabras que, en ese momento, necesito escuchar. Por eso siento que siempre habrá alguien que te alumbre en la oscuridad que estés parado. “Todos tenemos esos días en los que, sin ninguna razón aparente, sientes que el mundo se te viene encima. A veces es bueno equilibrar sentimientos. Ya sabes, respirar para poder continuar. A veces necesitamos ver desde otra perspectiva todo lo que hemos conseguido, para valorarlo aún más. Que no te mientan, a veces sentirse pequeño no es malo. Eso sí: si prometes al día siguiente levantarte como siempre has brillado. Somos personas que buscan su trocito de aire en esta vida donde poder respirar sin ansiedad. Y nadie podrá decirme, el que de mañana, que no intenté construir mis mejores molinos.

Algun dia encontraremos lo que estamos buscando. O quizás no. Quizás encontremos algo mejor.

Los días me duelen y las noches me hacen llorar. La ansiedad se apodera de mi, la garganta se me cierra y la comida no la puedo digerir. Llevo tiempo siendo infeliz y los ratos mas felices no los logro distinguir. Mientras escribo, la piel de mi cara se descama, las lágrimas me arden y la historia se vuelve a repetir. Vivo con las ganas de escapar cada vez que voy a un lugar y al mismo tiempo no quiero estar en ningún lugar. Mama finge estar preocupada y habla con el entorno (menos conmigo). Algo tengo. Papa en su mundo, parece no darse cuenta de lo que sucede alrededor (tampoco habla conmigo). Los hermanos están afuera, están salvados. Las personas me hablan pero no logro atenderlas. Mi mente viaja pero no sé a dónde. La sonrisa no se asoma hace dias y la gente se empieza a molestar. Las cosas me dejaron de interesar. Me duele el pecho, también la vida. Algo tengo.