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Mostrando entradas de noviembre, 2017
Créeme cuando te diga te amo. Créeme cuando te digo que te miro a los ojos y siento fuego por dentro. Créeme cuando te diga que no me imagino mi vida sin vos. Créeme cuando te bese, te abrace, te haga el amor, porque amor solo siento por vos. Créeme cuando esté enojada porque seguramente esté luchando contra mi misma para poder aflojar. Créeme cuando esté insegura porque será mi manera de decirte que me muero si te pierdo. Créeme cuando, caminando por la calle, te agarre de la mano, para que nunca me sueltes. Créeme cuando las cosas anden bien y no tan bien, porque pienso ser la persona que te acompañe pase lo que pase. Créeme cuando ni yo crea en mi, y necesite de vos para poder seguir. Créeme cuando todos los días te repita lo que siento, porque cada día elijo vivirlo como si fuera el primero. Créeme en el día, en la noche, en el caos y en la celebración, porque ahí te darás cuenta que no importa el escenario, yo te elijo en cada escena de mi vida.

Gracias @iagocampa

“En estos días de estudiar y trabajar quiero que no te olvides que todo lo haces por ti. Se que a veces cuesta de más, que el sueño no te quiere soltar, que son demasiadas las copas que sirves y pocas las que bebes. Y no sé si tú lo ves, pero yo si, yo veo detrás de todo ese cansancio, yo veo la chispa que tienes en los ojos de estar segura de que esto es para ti. Igual dudas, pero es que nunca dudas de ti. Puedes dudar del tiempo, del si tienes mucho o poco, de las ganas que te quedan para los demás, de si es mejor hacerlo en la cama o en el sofá (lo de estudiar). Pero no dudas de lo que quieres y necesitas. Has llegado tan lejos, y todo gracias a ti, a tu empeño, y a tu ilusión. Y da igual lo que hagas [...] en todo, todo, dejas parte de lo que eres, de la Luz que tienes, y del corazón. No te quiero ver triste, pero si necesitas estarlo no dudes en estarlo. Incluso hazlo 10 minutos al dia, suéltalo todo, grita, di que no puedes más, déjalo todo. Pero ojalá que después de esos 10 minu
Yo quiero tu vida y la mía cogiéndose de la mano, trazando dos caminos de tierra, tan diferentes y tan siameses, que cuando miremos atrás nos riamos de lo que pudo haberse caído o roto, nos abracemos con fuerza y me digas bajito que cuando una verdad se quiebra están mis ojos para volver a convertirte en un poema.