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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Siempre él.

Dicen que el problema de este mundo es que no vivimos el presente, que siempre nos anticipamos a todo. Eso nos sucedió a él y a mí. La noche en que lo conocí no le dio tiempo a Cupido a disparar porque ya nos habíamos enamorado nada más vernos. Pocos días después nos acostamos por primera vez y a la mañana siguiente, mientras él se duchaba en mi casa, yo ya estaba mandándole un mensaje diciéndole como lo echaba de menos, anticipándome de nuevo a la realidad. Durante el año y medio que compartimos constantemente pensamos cual sería el siguiente paso, de nuevo arañando en el futuro y, casi al final, una vez que yo le pedí “algo de tiempo”, no resistió y me llamo llorando como un niño antes de que yo lo hiciera. Esa llamada infantil también anticipo mi decisión de dejarlo porque no respetó mi “algo de tiempo” . Ahora sufro pensando que el pronto volara sobre otra piel y yo también me anticipo pensando que no seré capaz de olvidarlo. Pero me equivoco. Él se anticipó y ya está bie
“Como me gustaría que mundo volviera a ser cursi. Que la humanidad recuperara el sentido romántico de la vida y junto con él, la tradición de los noviazgos largos, las serenatas, las cartitas perfumadas, los apretones de manos entre las rejas de los balcones. Como me gustaría vivir en un mundo más discreto y decente, donde el amor fuera una necesidad del alma y no un capricho del culo. Pero qué le vamos a hacer: me tocó vivir una época insensible, deshumanizada, obscena, en la que nadie respeta ya los sentimientos del prójimo.”
Y al contrario y viceversa. Y en la buena y en la adversa. Del derecho y del revés, tu primero, el mundo después. JS

Creo.

Yo creo que las cosas se acercan a ti tanto o más que tú a ellas. Creo en la bondad. Creo en la atracción. Creo en el instinto animal. Creo en la naturaleza. Creo que las emociones nos mueven. Creo que las cosas sienten. Creo en el baile. Creo que todos vivimos bailando con las cosas que nos rodean. Creo que bailamos poco. Creo que sentimos poco. Creo que no observamos todo lo que se nos acerca. Creo que estamos quietos, muertos, atrapados. Creo que es solo cuestión de bailar más.

La renuncia.

“La renuncia es ese dolor en el estómago de algo imposible de digerir. La renuncia es el mismo aire de siempre, hoy ahogándome y alejándome de ti. La renuncia es un túnel. Sin ventanas. Para no verte. Porque si te veo, no renuncio. La renuncia es esta venda en los ojos. Ojos que no ven, corazón que no siente, estomago que palpita. ‘’
Las únicas bellezas que hipnotizan son aquellas que tardas en entender, que llegan poco a poco, delicadamente, con su propio tiempo y te dejan sin aliento cuando te das cuenta que ya no podes dejar de mirar.
Una tarde cualquiera de Noviembre. Una temperatura de 37 grados. La vuelta a casa como una escena  de todos los días. Iba en el colectivo con mis auriculares, no recuerdo la canción que se reproducía.  Si recuerdo que fue lo que me llevo a perder registro de esa melodía: fueron ellas. Me detuve unos minutos para observar sus rostros. Fueron ellas resguardando un día largo, quizá de trabajo, de un viaje en vano o de un paseo extraordinario, de alguna anécdota para recordar o simplemente un día para olvidar. Ojos cerrados, flujo de aromas, brazos caídos, sonrisas escondidas, miradas misteriosas, ropas que llevan días, zapatos cansados de caminar, dolores que no se van, historias abrumadoras, exquisitas, interesantes, atractivas, sensacionales y otras espeluznantes se escondían detrás de esos tejidos. Éramos varias, no podría detallar con exactitud pero bastaría con saber que eran suficientes como para llamar mi observación.  No me preguntes porque te cuento esto, pero eso me paso, me in
‘’No fuimos, ni somos, ni seremos. Porque para ser hay que estar y no quisimos ni ser, ni estar, ni querer. ’’

La insoportable levedad del ser.

“El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados. ’’ MK
‘’Éramos distintos… el tan primavera y yo tan invierno; como la luz y la sombra, éramos opuestos, pero nos amábamos; él amaba mi frialdad y yo amaba su calidez; algo nos faltó pero nunca supe que fue, solo sé que éramos distintos, tan distintos que no pudimos remediarlo.”
Un ganador es un soñador que nunca se rinde.

"Yo no te quiero por tu talento, yo te quiero por la enorme necesidad que tenes de que te pase algo bueno..."

Me gusta la gente que sabe romperse , que le llora a la herida, tan bien, como podría llorar de alegría.
Fuimos eso que nunca se olvida, eso que nunca se deja de sentir, eso que no te deja dormir por las noches, eso que hace tu cuerpo estremecer, eso que dibujaba una sonrisa permanente en tu rostro, eso que nunca dejara mis pensamientos.