matelesca

No tener miedo a uno mismo, a tu naturaleza, a tu forma de ser. Quiérete, ámate. Resérvate algún momento del día para ti. Aprende a mirar más allá del momento vital, sonríe a la esperanza, porque ¿Qué es la esperanza? La esperanza son sueños, son ilusiones, son metas, anhelos… y si no te conoces bien a ti mismo, raramente vas a saber qué es lo que quieres del resto… Y todo el mundo quiere algo en su vida. Trabájate, entiéndete y rodéate de todo aquello que te haga sentir bien, completo, eficiente, alegre y fuerte. Todo puede cambiar en esta vida excepto tú. Tú eres tuyo para siempre, hazte a la idea. Ríete de tus circunstancias, no pasa nada, siempre hay días buenos y días menos buenos. Lo único importante es que sepas repartirte como es debido, que prestes atención a lo que te rodea y que te esfuerces por crear la mejor versión de ti mismo. Cada uno conoce sus miedos, lucha. Cada uno conoce sus taras, cambia. Ámate con todas tus partes y contempla la idea de que para atraer lo que r

Como me gustan estos ratitos en los que puedo aprovechar y escaparme para acá. Si me preguntabas hace una semana como estaba te iba a responder una sarta de cosas desagradables. Sin embargo, hoy siento que mi cabeza dio un giro de 360 grados. Uno de los defectos que tengo es pensar excesivamente todo, mantener en aceleración constante mi cerebro, no darle un descanso, un día libre, un feriado. Pretender que así, no se ahogue. Pero hace unos días, me di cuenta que gracias a este defecto (hoy descubro una virtud) llegue a una tregua conmigo misma. Logre charlar y reflexionar con mi alguien interior de tal manera, que sin esa vorágine en la que vive mi cerebro las 24 hs del día, no se si hubiese sido posible. O tal vez si pero no se si hubiese llegado al mismo objetivo. Resulta que mi comienzo de año no fue el esperado, como ya lo comente en algún momento. Realmente me sentía frustrada, y no hasta hace mucho, repito. La pase mal, buscaba una explicación, un “¿por que a mi?”. Yo, la parti

“Temes a la imaginación. Y a los sueños más aún. Temes a la responsabilidad que puede derivarse de ellos. Pero no puedes evitar dormir. Y si duermes, suenas. Cuando estas despierto, puedes refrenar más o menos, la imaginación. Pero los sueños no hay manera de controlarlos.” Haruki Murakami

Y así me encuentro hoy, que situación de mierda te digo. Así como también me contradigo, y te digo que no quiero dejarme atrapar por esto, por más frustrada que me sienta. No creo en los malos o buenos momentos. Creo en las experiencias más o menos dolorosas, que son necesarias de la vida. Que estos puntos de inflexión siempre nos sirven para algo, y de ello algo siempre se aprende. Por eso me refugio acá, para desplegar un abanico de sentimientos y de experiencias que voy teniendo. De las que trato de aprovechar y generar el impulso necesario para sacar lo mejor de mi. Creo que a veces necesitamos un giro de tuerca, para avanzar en el modo que creemos oportuno y que nos hace felices. No quiero temer a la tristeza, ni tampoco dejarme llevar por la amargura, no de modo devastador. No hay que temer al cambio, ni a los recuerdos. Hoy, tacho un día más, elijo seguir luchando. Tarde o temprano la vida te hará dar cuenta que es lo que merece la pena o no…

Si crees que podes medir el amor en la medida que vivís la crisis: no es amor. No por sufrir más uno está más enamorado, no se trata de eso, esa no es ninguna certeza. Tenelo en cuenta. Diferenciar entre obsesión, ilusión, necesidad o realidad es una gran labor. No hay que luchar. El amor no se lucha, se entrega.