Carta a una amiga
Que difícil se me hacen los ratos a solas conmigo. Ahí es cuando más me acuerdo de nosotras. De nuestras charlas en el sillón, de las madrugadas jugando al Candy Crush y chusmeando Instagram porque no podíamos dormir. De tus abrazos y de mis mordidas. De las tardes de manicura y las compras por el centro. De las vacaciones, los chongos y las selfies. De las salidas y las no salidas comiendo helado. De nuestras pasiones, el hockey y la comida. De nuestras conversaciones profundas de autoayuda que no daban lugar a un tercero. Que eran solo nuestras. Me cuesta pensar que esta distancia perdure, que sea permanente, que tome un lugar en el futuro que no sea el correcto. Que yo para vos sea tal, y para mi sigas siendo mi gorda, mi ota, mi otu, mi hermana y mi amiga. Me sigo estremeciendo cada vez que me preguntan por vos. ¿Qué debo decir? ¿Qué está todo bien, que fue un mal momento y que todo volvió a ser lo que era antes? ¿Qué no me hablas y por eso tengo que darte tiempo? Todavía no sé qu