Hace exactamente un mes estaba arriba de un micro semicama con rumbo a San Carlos de Bariloche. Ese día empezaba uno de los mejores viajes que pude haber tenido. El tan excitante, fastidioso, cansado e inolvidable viaje de egresados. También, hace más de un mes que no aparezco por acá. Que no escribo ni pego algún comentario o foto. No me preguntes, porque seguramente te conteste que debe ser producto de lo mismo. “Puta madre, como pasa el tiempo” diría mi vieja. En otro momento, en este mes, hubiese hecho varias entradas, seguramente más de las que tengo. Quizá también, otro año lo mismo. Pero bueno, esto es como los cantantes o mismo los autores, cuando no hay inspiración, cuando no hay imaginación, cuando no hay dolor alguno, o simplemente un hecho especial, parece que por un tiempo carecemos de palabras, carecemos del poder de expresión y buscamos actividades que nos ayuden un poquito a poder encontrarnos de nuevo con aquellas letras que se fueron de viaje, que extrañamos y que a...