Es como es. O como era de esperar,  al menos eso se podía percibir que pasaría. Las cosas cambian, si. Pero las personas no. La gente no cambia, en algún punto se adapta y se renueva. Pero no cambia. Hace un tiempo, lo sabía, lo sentía, presentía que esto iba a pasar. Que estaría escribiendo estas líneas de nostalgia y de desaliento. Porque eso siento, porque así me siento. Cansada, molesta, fastidiosa. Me hubiera gustado/me gustaría que no fuera así, pero supongo que definitivamente es y será así. Llegue hasta donde pude, aguante hasta que no aguante más, y espere hasta que se hizo tarde (como ahora). Estaría mintiendo si dijera que no me equivoque varias veces, porque realmente lo hice y mucho me sirvió para seguir. Pero puedo decirte que intente todo lo que pude para que las cosas no se dieran así. Me encontré en una situación difícil, tratando de apaciguar ambos lados y llego un momento en que me di cuenta que no recibí nada del otro lado, no te digo lo mismo o algo diferente (cosa muy común en esta vida), estoy hablando de ninguna señal, ni un mensaje, ni una preocupación, ni una intención y no por el simple compromiso. Creo que eso fue lo que más me dolió. Yo también tengo cosas por hacer, obligaciones, actividades, problemas y demás preocupaciones, pero nunca faltó mi mensaje, mi predisposición. Y ya sinceramente, lo que pase, lo que no pase, lo que piensen o dejen de pensar me chupa un huevo, como en su momento les chupó.

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