Me cuesta tragar. Enseguida, las lagrimas que siempre quieren salir a jugar. De nuevo quiero desaparecer, pero no puedo. Cuarentena. Me quiero ir, me quiero alejar. No quiera estar donde la gente dice que tengo que estar. Sagitario me dice que quiero escapar, pero no puedo. Cuarentena. Necesito alejarme. Me duele la cabeza de tanto pensar. No me gusta que me impongan, no me gusta que decidan por mi. Quiero escupir palabras porque no las soporto mas. Pero no puedo. Siento que llego a verdades que no quiero aceptar. Me aburro de todos pero no de mi. No me gusta que la gente se haga expectativas de mi, porque soy todo lo contrario a lo que esperan. Necesito alejarme. De nuevo me cuesta tragar. No quiero decirte lo que vos queres escuchar, pero lo hago igual para no hacerte sentir mal. Es que no te quiero escuchar y tampoco, me quiero escuchar castigandome de porque soy así. Culpa. Ya no soy la misma, tampoco nosotros. No quiero discutir, no levantes la voz. Mejor así. Quiero estar sola, me quiero en silencio. Quiero hacer lo que se me antoja y no dar ninguna explicación. Quiero todo aquello que no es socialmente aceptado. Quiero lo que a mi me haga feliz y no lo que debo hacer para ser feliz. Quiero mi libertad. Pero, ¿Por qué me siento así? ¿Qué pasa?
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“El peor sentimiento es no saber si esperar un poco más o rendirse”
Y así me encuentro hoy, que situación de mierda te digo. Así como también me contradigo, y te digo que no quiero dejarme atrapar por esto, por más frustrada que me sienta. No creo en los malos o buenos momentos. Creo en las experiencias más o menos dolorosas, que son necesarias de la vida. Que estos puntos de inflexión siempre nos sirven para algo, y de ello algo siempre se aprende. Por eso me refugio acá, para desplegar un abanico de sentimientos y de experiencias que voy teniendo. De las que trato de aprovechar y generar el impulso necesario para sacar lo mejor de mi. Creo que a veces necesitamos un giro de tuerca, para avanzar en el modo que creemos oportuno y que nos hace felices. No quiero temer a la tristeza, ni tampoco dejarme llevar por la amargura, no de modo devastador. No hay que temer al cambio, ni a los recuerdos. Hoy, tacho un día más, elijo seguir luchando. Tarde o temprano la vida te hará dar cuenta que es lo que merece la pena o no…
Yo se que a veces gano cuando pierdo.
¿Ganar, es la única manera de ganar? Parece una pregunta complicada pero no lo es. Quiero decir ¿la única manera de ganar es ganando? ¿No se puede ganar nada perdiendo? Quiero decir si yo por ejemplo pierdo peso ¿no gano en salud? Si un señor pierde el vuelo y ese avión se estrella ¿no ganó algo perdiendo el vuelo el señor? Un hombre pierde su empleo y se deprime tremendamente, pero consigue otro empleo mejor y le va muy bien ¿ese hombre no ganó perdiendo el primer empleo? ¿Cuándo uno pierde la inocencia gana algo? Quiero decir ¿cuándo perdemos la inocencia no ganamos en sabiduría, no ganamos en autodeterminación? ¿No ganamos cuando perdemos el miedo? Mis queridos amigos cuando digo perdemos el miedo no digo tener una confianza ciega en que vamos a ganar siempre, sino perder el miedo a perder , de eso se trata. En mi época se decía ‘perder la chaveta’. Y es verdad eh, a veces hace falta un poco de locura para ganar algo. A veces perder el control es la única manera de ganar liberta
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