Estimado amigo: te pido que...


~      Me prestes tus manos para que con ellas pueda seguir curando, bendiciendo y acariciando.
~      Me prestes tus pies para que pueda seguir acudiendo a la llamada de tantas personas desamparadas y para correr a ayudar a los que encuentran la alegría y la felicidad
~      Me prestes tus labios, para seguir besando a tantos niños y niñas que no tienen amor.
~      Me prestes tu lengua, para seguir dando buenas noticias a los pobres y denunciar a los mentirosos y a los injustos.
~      Me prestes tu rostro para sonreír a cada uno, para seguir sonriendo a pesar de todo.
En fin, te pido tu corazón para que yo pueda seguir amando a todos y a cada uno.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“El peor sentimiento es no saber si esperar un poco más o rendirse”

Yo se que a veces gano cuando pierdo.