¿Quién iba a decir no? Que me llegaría otra oportunidad como
esta. Puedo decir que estoy muy contenta, aunque en el momento que me lo
dijeron no sabía cómo reaccionar, pero si sabía que me agradaba lo que acaba de
escuchar. El problema fue después, cuando estuve sola y le deje el pase libre a
aquellos pensamientos que de alguna manera me atormentan un poco. Como digo y
suelo hacer, siempre trato de sacar lo bueno, de mirar lo virtuoso de cada cosa,
momento, dificultad o error. Trato de impedir que la negatividad tome la
iniciativa. Sin embargo, eso no quiere decir que, por más optimista que pueda
llegar a ser, no surjan algunas barreras o defectos. Porque hay que ser
realista, y ver las cosas como son, sea cual sea su característica. En fin,
como diría una amiga, “no me quiero ir por las ramas”.
Lo que más me inquieta de volver a ir a Santiago y poder vivir
otra experiencia como misionera, es dejar algunas cosas pendientes acá. Pueden
ser cosas no tan graves, como por ejemplo una lección de la escuela. Pero así
son varias cosas que se acumulan que me tienen preocupada y que quizá, cuando
me tuve que ir en la primera misión, no me pasó. No me importaron y tampoco dudé.
Tengo miedo en el sentido de que si
ahora me preocupa (y antes no) debe ser por algo, y además porque tampoco me
puedo hacer la boluda. Me voy a ir igual, o sea no hay forma de que me quede.
Como poder, puedo. Pero no lo quiero hacer por más inquieta que este. Se igual,
que estas cosas que me turban en un primer momento no estaban o al menos la mayoría
por eso también me hace que pensar. También pienso que definitivamente todo
pasa por algo, entonces me atrevo a decir que esta segunda oportunidad que se
me dio también fue por algo, y que si la vida me la presento es porque quería que
lo haga sin importar lo que pasara en la vuelta. Quizá fue una prueba de fuego para
que yo decidiera quedarme. Y aunque prefiero optar por la primera opción, con
respecto a la segunda no lograron que lo haga.
Ahora sí, cierro con este atragantado relato. Necesitaba volcarlo
y dejar descansar mi cabeza. Me siento mucho mejor.
Pd: QUE LINDO VOLVER A
VERTE, AÑATUYA VAMOS POR VOS.
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