El otro día hablando con las chicas, en esas charlas que salen cuando estás en hora libre, me quedó tumbando un tema que recuerdo haberlo escuchado de alguna otra boca también. Y quizá eso hizo que me haga ruido en la cabeza.  La charla venia encaminada bien, planteando como nos sentíamos, que esperábamos, de que teníamos ganas, que nos gustaría dejar atrás pero uno de los puntos era como estábamos ahora. Como cada una se sentía ese día. Recuerdo que las cinco esa mañana, estábamos bien, al menos eso dijimos y manifestábamos. Nos reíamos y estábamos contentas. Pero fue entonces cuando no me acuerdo quien, se cuestionó el hecho de que en este momento de su vida se encontraba feliz, bien, a gusto de que las cosas venían llegando de buena manera. Entonces fue eso lo que me despertó y todavía me quedo haciendo ruido.
Me parece que el problema que hoy tenemos o tiene la mayoría de la gente, es esa costumbre a preguntarnos y hasta cuestionar porque uno se siente bien o porque salen las cosas de tal manera. A veces somos tan inconscientes y hasta quisquillosos que les buscamos el pelo al huevo a todo. Loco, estas bien, te sentís bien, te va bien, tenes lo que queres y te hace bien, estas bien de salud, no te paso nada GRAVE (puntualizo esto porque hay que saber que “hay cosas peores” antes de quejarnos por cosas que no valen la pena)
Últimamente, la mayoría bromea con frases como  “¿Qué pasa que me esta saliendo todo bien?” o “que feliz que estoy, me da miedo”.  Que se yo, tampoco me hago la “ay no me afecta nada, soy inmune a todo y a todos” porque no es así. Pero si, puedo decir que cuando me encuentro en momentos así, como ahora, feliz de lo que tengo, lo disfruto, lo agradezco, no me quejo ni tengo miedo ni cuestiono, porque se que todo pasa por algo y si hoy estoy así es por algo, y si mañana estoy de lo contrario bueno, ahí si quizá me pregunte porque estoy mal o me pasa tal cosa y le buscare ahí el pelo al huevo a la situación. Pero mientras tanto, trato de ser feliz, y no con grandes cosas, sino aquellas más sencillas y pequeñas, las que son grandes de valor.
Simplemente, un tema más, uno que convive con nosotros, en nuestra sociedad, en esta actualidad. Solo un punto de vista, solo una opinión, solo un consejo para que no decaigamos tan inocentemente. Disfrutemos, por más mínimo que sea, no importa cuánto dure, no importa que venga. Importa saber enfrentar y aprovechar el hoy, sonreír y disfrutar. Y yo, doy gracias por este “hoy”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“El peor sentimiento es no saber si esperar un poco más o rendirse”

Yo se que a veces gano cuando pierdo.