La vida universitaria me tiene un poco ocupada, pero
siempre tengo presente la existencia de mi blog, por eso cuando tengo algún tiempito
(como ahora) me escapo de los ejercicios y le regalo algunas notas.
Me gustaría contarte como me siento, pero no me entenderías,
y sinceramente yo tampoco. Es algo que no entiendo, porque por un lado estoy
bien, contenta, ansiosa y hasta comprometida con este nuevo recorrido. Pero por el otro, tengo una parte de mi que no
está bien, es como si fuera otra persona. Que no se siente al 100, que no
disfruta realmente eso que debería ser para ella ese cable a tierra que
necesita una persona. Sin embargo, lo se. Así como te lo digo, lo reconozco. Y
creo que ese es un paso importante: el de “dar cuenta de”. No se, no estoy
concentrada ahí, lo cual conlleva a que las cosas tampoco salgan como deberían y
me gusta. Realmente es un malestar, por eso necesitaba plasmarlo aca, arrancarme
esta astilla que me pincha, alivianar este fastidio. Ya esto me hace sentir
mejor. Sé que tengo que levantar la cabeza porque no me permito abatirme. Este
es el momento.
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