[De repente todo se vuelve tan simple que asusta. Perdemos las necesidades, se reduce el equipaje. Las opiniones de los demás, son realmente de los demás, incluso si son sobre nosotros; no importa. Abandonamos las certezas porque ya no estamos seguro de nada. Y no nos hace falta. Vivimos de acuerdo a lo que sentimos. Dejamos de juzgar, porque ya no hay bien o mal, sino mas bien la vida que eligió cada uno. Finalmente entendemos que todo lo que importa es tener paz y tranquilidad, es vivir sin miedo, es hacer lo que alegra el corazón en ese momento. Y nada mas. Cuando descubrimos todo eso es cuando llega la satisfacción plena aunque breve. La verdadera felicidad.]

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