Y ya estamos a Junio. Mitad
de un año que en mi lugar empezó como quien dice: “mejor imposible” y después la
pendiente hacia el momento mas insoportable e interminable para un deportista:
la lesión. Es que a veces deliro con ganas de ir al psicólogo para contarle
como influye en mi vida el palo y la bocha. Después caigo de patética que quedaría
y se me pasa. Aunque todavía sigo en la lucha. Cuando deportivamente estoy mal,
instantáneamente todo lo demás, no importa el estado, esta mal. Y lo que esta
mal es pensar que ese “demás” este mal. Porque se que no es asi, pero no lo
puedo manejar. Y es un desafío diario que tengo, así como el de querer ser
mejor que ayer. Paciencia.
Una de las frases que me llevo de este año es sin dudas: “estar en el lugar indicado en el momento indicado”. Porque así fue como apareciste, porque en ese entonces no tenía claro qué nos unía y por qué después de tantos años la vida nos juntaría. Algo nos tenía preparado, solo bastaba el momento indicado… Qué me iba a imaginar que me iba a enamorar de vos. Qué iba a pensar que me ibas a sanar. Porque yo estaba mal, porque tenía que pasar ese momento, y en ese momento no estaba preparada para nada ni con ánimo de estar acompañada. No tenía ni idea del poder que podía llegar a tener los abrazos de una persona. Los besos. Estoy segura que era algo que deseaba pero no en ese momento. Y lo lograste, todavía no se como lo hiciste. Como lo haces. Me transformaste, para bien. Me reconstruiste. Me escuchaste. Me escuchas. Me haces mejor. Sacas lo mejor de mi, ya te lo dije. Se me ocurren tantas cosas para decirte que ni yo me puedo creer lo que conseguiste. Siento el corazón abierto de...
Comentarios
Publicar un comentario