Entradas

Me cuesta tragar. Enseguida, las lagrimas que siempre quieren salir a jugar. De nuevo quiero desaparecer, pero no puedo. Cuarentena. Me quiero ir, me quiero alejar. No quiera estar donde la gente dice que tengo que estar. Sagitario me dice que quiero escapar, pero no puedo. Cuarentena. Necesito alejarme. Me duele la cabeza de tanto pensar. No me gusta que me impongan, no me gusta que decidan por mi. Quiero escupir palabras porque no las soporto mas. Pero no puedo. Siento que llego a verdades que no quiero aceptar. Me aburro de todos pero no de mi. No me gusta que la gente se haga expectativas de mi, porque soy todo lo contrario a lo que esperan. Necesito alejarme. De nuevo me cuesta tragar. No quiero decirte lo que vos queres escuchar, pero lo hago igual para no hacerte sentir mal. Es que no te quiero escuchar y tampoco, me quiero escuchar castigandome de porque soy así. Culpa. Ya no soy la misma, tampoco nosotros. No quiero discutir, no levantes la voz. Mejor así. Quiero estar sola, m

Pandemia

Acá estamos de nuevo. Hace 7 meses nadie pensó que íbamos a estar encerrados en cuatro paredes, a causa de un virus,  al que llaman "coronavirus" y  que pone en peligro nuestra salud. Un ser pequeño, "un enemigo invisible", dice Alberto, que tiene una cierta atracción por el organismo humano y ningún tipo de prejuicios a la hora de contagio. No le importa si sos joven o anciano, si sos rico o pobre, oriental o africano, gordo o flaco, judío o católico, vegetariano o carnívoro, si sos de izquierda o de derecha. Nos alcanzó a todos, cuando creíamos que Bolt iba a ser difícil de superar en años. Nos hizo clavar el freno de mano, mirar nuestro alrededor, mirar para adentro. El mundo se puso en alerta 24 horas. Las calles se vaciaron, los colegios se cerraron, los parques se convirtieron en un verde desierto, el aire volvió a respirar, los mares se aclararon y los días ya no se cuentan en horas, sino en emociones. Los animales parecen desconcertados, algo aliviados, perp
Últimamente, vengo sintiendo cierta curiosidad por personas que son completamente opuestas a mi forma de ser, incongruentes con mis ideales y convicciones, distintas en cuanto a hábitos, inclinaciones y actitudes. Alguien dirá: “incompatibles”, yo diría “semejantes”. No quiere decir que antes no se me ocurría pero si reconozco que uno naturaliza ciertas formas de relacionarse. La cuestión es que desde hace unos meses y por alguna razón, decido prestarme atención. Presto atención porque, también, desde hace unos meses vengo meditando. Meditar, quizás para vos sea una pavada que no sirve para nada, pero puedo asegurarte que en mí, algo internamente, empezó a cambiar. Como si, ejercitar la respiración me haya ayudado a ejercitar la mente, a ordenar mis pensamientos, a educar mis prejuicios, a clarificar mis sentimientos. Como si, ejercitar la respiración me haya ayudado a escuchar-me, aun lo que no me atrevía a escuchar. Como si, ejercitar la respiración, me haya sacado el pie del acele
Me gusta pensar que en el mundo habitan más buenas personas que malas. Tal vez me equivoque y las estadísticas digan lo contrario. Pero qué más da, yo no hago estadísticas y a mí me gusta pensar que las buenas personas son multitud. A veces, como argentina se me hace difícil porque nosotros estamos acostumbrados a mirar al otro con cierta prudencia, desconfianza y porque prejuzgar ya es deporte (me incluyo, obvio). Quizás, a causa de los hechos de inseguridad que vivimos a diario, de la agresividad con la que afrontamos cualquier situación y la falta de tolerancia hacia el otro. Quizás, porque nos cansamos de que nos tomen de tontos. Nos acostumbramos a dudar de todo, de todos. Y no digo que este mal dudar, pero llegamos al punto de pensarnos mal, lo que lleva a creer que el otro es malo, no importa la situación que sea y que algo malo nos viene a hacer. Sin embargo, hace poco alguien me dijo: “A veces los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos”. Estoy de acuerdo. Por e
Hoy es el día del niño y siento que por alguna razón la vida quiso que yo leyera justo hoy este texto que voy a dejar a continuación. Al leerlo, quizás, muchos podrían llegar a pensar en alguien especial, una persona que estén conociendo, una pareja o un amigo. En mi caso sentí que este texto me lo mandó mi “yo” de niña, como si lo que relata la serie Dark fuera real. Que todo está conectado y que el principio, en realidad es, al mismo tiempo, el fin. Que de alguna manera, el presente, el pasado y el futuro son uno. “No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela. No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo. No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna. Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a
Hoy hay tension entre el sol y urano. Dicen que, Urano viene a descolocarnos, a llevarse lo que ya no necesitamos y que muchas veces creemos que si. Tengo tanto que no me atrevo a soltar y soy consciente de ello. Me gustaría hacerlo todo de un saque y si es posible sin enterarme. Pero las cosas no son así, la vida no es así. Somos una construcción de tantas cosas que para despojarnos de algo/alguien debemos tener la certeza de que eso no tenga la fuerza suficiente parar tirarnos abajo. Y en realidad es un miedo que arrastro, que me apichona. Hay situaciones que me incomodan, me generan estrés, personas que me dan ansiedad y que quisiera que me generen cosas lindas pero como dice mi abuela “del dicho al hecho, hay un largo trecho”. Me lo digo, me lo propongo, “voy a poder con esto”, “voy a soltar aquello” y a la primera se me apaga la tele. Ojala en algunos años mire para atrás y me alegre de haber escuchado mi voz interior en el momento indicado. Ojala me sienta bien con las cosas que